Por William Skey Figueroa Mosquera:
Los resultados de la consulta realizada el día 27 de Septiembre de 2009, refleja ampliamente la decadencia de la credibilidad en los partidos políticos, por parte del electorado colombiano, que cada vez se torna más apático a todo aquello que huela a democracia. No es que la gente ya no crea en la democracia sino que las distorsiones del significado del término política, han generado en la gente esa desconfianza, hasta el punto de no desear participar de su derecho constitucional al voto para la elección de sus gobernantes.
¿QUÉ ENTENDEMOS POR POLÍTICA?
Según Ennio Pintacuda: "Inicialmente se dio al término Política el significado de búsqueda y puesta en práctica de un sistema y una metodología para organizar la vida de la comunidad civil, y fue definida como Arte de Gobernar la Ciudad". Esto implicaba que cada persona debía tornarse en un defensor de los procesos colectivos que generaran desarrollo y convertirse en coprotagonista de los procesos que propugnarían por el progreso y mejoramiento de las diferentes comunidades que conformaban los pueblos. Para esto era necesario tomar conciencia de las condiciones reales y del camino que se debía tomar para procurar un cambio sustantivo de la calidad de vida.
En la actualidad el término política ha tomado otro sentido; una nueva dirección, dejando de ser lo que esencialmente es (Una disciplina que busca congregar en torno a lo social a todos aquellos actores que luchan por la verdad y propender un bien común a través de la búsqueda y alcance de los objetivos que permitan mejorar esquemas de vida comunitaria) para convertirse en un bloque informe que sólo busca aprovechar las coyunturas temporales, sin medir las consecuencias de las malas decisiones que hoy se tomen. Para muchos hoy, Política es sinónimo de entrega desmedida al servicio de los que se consideran poderosos sin serlo. Es la apariencia de bondad para lograr ser considerados "buenas personas" y de esta manera, ganarse un voto de alguien que no alcanza a medir los efectos devastadores de una pésima decisión.
¿HACIA DÓNDE VAN LOS PARTIDOS POLÍTICOS?
Como dije al principio, nuestra nación ha caído en una apatía hacia los partidos políticos por la falta de credibilidad en los legisladores y en todos los que rigen los destinos de nuestra nación. Los partidos políticos ni hacen bien ni mal; son las personas, las encargadas de poner a marchar la maquinaria que posibilitará los procesos que transformen la sociedad; desde los partidos se puede lograr elaborar un proyecto de vida que ayude a equilibrar un poco la balanza entre la élite y la clase menos favorecida, pero infortunadamente no ha sido así, y cada día los adinerados tienen más dinero y los de escasos recursos tienen más carencia de dinero. ¿En dónde quedan la justicia y la equidad?. Si los partidos políticos se dedicaran a construir programas que colocaran al hombre y a la mujer en la posición que se merecen, valdría la pena hablar de una cultura política con visión de futuro y con prospectos seguros de desarrollo, cuyo único fin sería la paz integral; pero nuestra clase política tradicional se ha dedicado a explotar al electorado cada cuatro (4) años cuando necesitan de los servicios del pueblo para llegar a la posición que anhelan, sea cual sea. si esto sigue así los partidos irán cuesta abajo y definitivamente la democracia se convertirá en una tiranía absoluta en la cual un (1) soberano hará lo que bien le parezca; el pueblo no tendrá la menor oportunidad de reclamación debido a que voluntariamente entregó las riendas al tirano (léase: político), y finalmente el caos se entronizará y acabará con lo poco que queda de oportunidad de vida. Todavía es tiempo de devolver el reloj y de poner a andar la maquinaria que mueve la vida civilizada y que abre puertas a nuevas oportunidades en una sociedad que debe convertirse en una entidad cada vez más justa.
